¿Son los coches eléctricos el futuro?
“Los coches eléctricos utilizan electricidad, generando menos emisiones de CO2 que los coches convencionales. La industria y los gobiernos del mundo tienen como objetivo estimular el cambio global hacia estos coches más ecológicos.”
1) Batería
A diferencia de los coches convencionales alimentados por gasolina o diésel, los coches eléctricos generalmente funcionan con electricidad almacenada en su batería. Las baterías de iones de litio utilizadas en los coches eléctricos se pueden recargar conectándolas a una toma de corriente externa. Los propietarios pueden cargar su coche en casa instalando un punto de carga o en una estación de carga comercial. El rango de autonomía de la mayoría de los vehículos eléctricos es de alrededor de 200 millas (322 km) por carga, que es suficiente para los viajes diarios. Además, en los últimos años, con el desarrollo de la tecnología, la distancia por carga única sigue aumentando, los fabricantes de automóviles están fabricando coches eléctricos que pueden recorrer 300 millas o más.
Hay muchas aplicaciones disponibles en el mercado que le ayudarán a localizar las estaciones de carga comerciales más cercanas.
2) Emisiones
Los coches eléctricos producen menores emisiones que los vehículos convencionales. Sin embargo, algunos temen que la fabricación de una batería de coche eléctrico generaría más emisiones de CO2 que la construcción de un vehículo tradicional. Para abordar este problema, los fabricantes de vehículos eléctricos han estado tomando varias medidas, entre ellas el uso reducido de formas de energía perjudiciales para el medio ambiente en las plantas. A pesar de su inconveniente durante la etapa de producción, los coches eléctricos siguen produciendo emisiones mucho menos dañinas que los coches propulsados por gasolina a lo largo de su vida útil. KIA es uno de los fabricantes de automóviles que han estado haciendo grandes esfuerzos para ofrecer modelos eléctricos.
3) Gastos de mantenimiento
El costo inicial de un coche eléctrico tiende a ser mayor que el de un coche alimentado con petróleo. Pero los costos de funcionamiento de un coche eléctrico eclipsan por completo a los de un coche de combustible fósil. Con los coches convencionales, el mantenimiento del motor puede hacer que gaste una suma considerable de dinero en cambiar el aceite del motor, el anticongelante, el fluido de transmisión y las correas. En el caso de los vehículos eléctricos, estos costes desaparecen debido a la ausencia de motores de combustión interna. El gasto de mantenimiento más significativo posible para ellos se produce al reemplazar una batería. Sin embargo, la garantía de la batería del fabricante cubre el costo en la mayoría de los casos. Además, los compradores y propietarios de vehículos eléctricos en todo el mundo tienen derecho a créditos fiscales o incentivos. En un esfuerzo por hacer nuestro futuro más ecológico, muchos países han introducido impuestos ambientales sobre el consumo de combustibles fósiles, lo que provoca un gasto adicional para los conductores de automóviles tradicionales.